jueves, 12 de julio de 2012

GEA-ISA: un nombre que vivirá en la infamia




Desde hace tiempo se había advertido ya en un trabajo previo que el pueblo de México estaba siendo sometido en el 2012 a una programación subliminal masiva por los poderosos consorcios que monopolizan los espacios audiovisuales de comunicación en México con la finalidad de influír a modo en el electorado en el espinoso asunto de la sucesión presidencial en donde hay tantos intereses en juego. Se ha enfatizado el hecho de que la intención original al inicio de la contienda presidencial era empezarla acercando lo más posible (así fuese con datos falsos) a la candidata del ultraderechizado Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, al puntero en las encuestas (que entonces era Enrique Peña Nieto) por un margen de diferencia porcentual remontable, con la finalidad de ponerla por encima del candidato presidencial priista así fuese por unos cuantos votos el día de las elecciones para poder sentarla en la silla presidencial haiga sido como haiga sido. La tercera opción, el candidato de las izquierdas, fue relegado propagandísticamente de antemano a un distante tercer lugar sugiriendo que ni siquiera merecía que se le tomara en cuenta. La misma Josefina Vázquez Mota, sintiéndose segura de que ella estaba siendo posicionada en el segundo lugar de las preferencias por los poderosos intereses que la respaldaban, llegó a proponer que los debates deberían de llevarse a cabo sólo entre los dos que encabezaban los sondeos de opinión, esto es, entre el candidato priista y la candidata panista.

Al desfondarse la campaña de Josefina Vázquez Mota, los poderes fácticos se vieron prácticamente obligados a recurrir al “plan B” cuya prioridad era ya no tanto tratar de sentar a toda costa a Josefina Vázquez Mota en la silla presidencial sino impedir inclusive a costa de “sacrificar” a la misma Josefina Vázquez Mota cualquier posibilidad de que el candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador pudiera llegar a Los Pinos, recurriendo para ello a las encuestas como instrumentos de manipulación de la opinión pública. Hoy, los hechos sugieren que, efectivamente, algo de esto tuvo que haber sucedido.

Resulta imposible ignorar la percepción ampliamente generalizada de que uno de los fenómenos negativos de la campaña presidencial del 2012 en México fue el uso de las encuestas electorales como elementos propagandísticos y ya no como herramientas estadísticas de investigación. Consulta Mitofsky, Beltrán y Asociados, Buendía&Laredo y Asociados, GEA-ISA y Parametría, son las empresas que más han sido cuestionadas públicamente, siendo acusadas de haber actuado como fueron instrumentos de propaganda. En el 2012 la población fue “bombardeada” por más de 200 encuestas nacionales, y muy en espacial por las encuestas de GEA-ISA, contratada por Milenio, las cuales fueron replicadas hasta el cansancio 40 veces en su canal de televisión, existiendo la sospecha generalizada de que con la difusión de encuestas amañadas se alteró de una manera substancial el comportamiento electoral.

Aunque no hay certeza acerca de cómo influyen las encuestas en las elecciones, una teoría social supone que los votantes se inclinan a estar con el ganador anticipado de una elección (escatimándole apoyo a los anticipados perdedores) y por lo tanto los votantes tienden a favorecer al puntero en las encuestas, un fenómeno al que se le designa en inglés como el efecto “bandwagon” (bandwagon effect) en alusión a las carretas utilizadas en el “Viejo Oeste” conocidas como bandwagon conducidas por un líder ganador a la cual todos querían treparse para así estar cerca del grupo ganador. El efecto es también conocido como “rally-around-the-winner effect”. Uno de los analistas que están convencidos sobre la existencia de estos efectos es el columnista inglés Peter Hitchens, el cual en su libro The Broken Compass: How British Politics Lost its Way afirma que las encuestas de opinión son de hecho un instrumento sofisticado para influír y moldear la opinión pública. En rigor de verdad, la idea de que los votantes son susceptibles de poder ser influenciados subliminalmente mediante engañosas encuestas de opinión no es nada nuevo, William Safire (el cual por cierto es judío) encontró que ya desde 1884 el término bandwagon effect fue utilizado en un cartón político de la revista Puck de tal año.

Cabe notar que hay otros investigadores sociales que consideran la posibilidad del efecto contrario, en el cual las encuestas parecerían promover a los aspirantes más débiles al hacer que sus electores salgan a votar en mayores números para darle al anticipado perdedor lo que podría llamarse un voto de simpatía o voto de apoyo, conocido como el “efecto underdog”. Hay inclusive quienes argumentan que el pronosticar como hecho inevitable que ya no puede ser alterado el triunfo de cierto candidato pudiera tener el efecto opuesto, esto es, inhibir el voto de los simpatizantes del puntero, reflexionando en sus adentros: “para qué me esfuerzo saliendo a votar si mi gallo va a ganar de todas formas”. Sin embargo, en tiempos de elecciones el efecto bandwagon es el que recibe mayor atención, y a ningún aspirante al máximo cargo le gusta estar siendo señalado de antemano como un perdedor por el que ya no hay nada que se pueda hacer.

Muchas de las encuestas previas a la elección le daban una gran e insuperable ventaja al candidato priista Enrique Peña Nieto, relegando a un distante segundo lugar al candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador. El ejemplo más exagerado fue el de GEA/ISA que difundía diariamente el grupo Milenio y que en su última versión registró 18.6 puntos porcentuales de ventaja del candidato del PRI sobre el candidato de las izquierdas.

El Juez inapelable con el que se cuenta para sentar a varias encuestadoras en el banquillo de los acusados es, desde luego, la encuesta más grande de todas las encuestas, la que se llevó a cabo en las mismas urnas electorales el primero de julio del 2012, la cual confirmó que el margen de ventaja entre el candidato priista y el candidato de las izquierdas era de 6.62 por ciento. Esta cifra debe ser contrastada con las encuestas difundidas públicamente que más se acercaron al resultado final, la encuesta de Demotecnia de María de las Heras, que registró 7.8 por ciento, y la de Reforma, de 10 puntos. De este modo, la encuestadora Demotecnia, ninguneada por los conductores desinformadores de los noticieros del duopolio televisivo, resultó ser la más confiable de todas, ciertamente mucho más confiable que Consulta Mitofsky, mejor conocida entre los politólogos como Consulta Mientofsky.

Si algo hubo consistente en las encuestas presidenciales llevadas a cabo por la empresa encuestadora GEA-ISA asociada a MILENIO Televisión, es que conforme se acercaba el proceso electoral el candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador era situado a un lugar distante del candidato del PRI Enrique Peña Nieto, específicamente, a una distancia superior a los 18 puntos porcentuales, obviamente desanimando a los que tenían intenciones de votar por el candidato de las izquierdas al darse por hecho consumado e irreversible el triunfo del candidato Enrique Peña Nieto. La siguiente gráfica, tomada directamente de la página de MILENIO, muestra los pronósticos ofrecidos por GEA-ISA en el día 101 del proceso electoral, faltando escasos días para llevarse a cabo las elecciones (el día aparece destacado en la banda roja):





Previamente, en el día 98 y faltando una semana para la elección, GEA-ISA le había asignado al puntero una distancia porcentual del 18.1 por ciento sobre el candidato de las izquierdas:





E inclusive, previamente, en el día 92 la candidata del PAN-Gobierno había sido colocada por encima del candidato de las izquierdas relegándolo al tercer lugar de las preferencias de los electores:





Al día siguiente de las elecciones presidenciales, el lunes 2 de julio del 2012, en su noticiero vespertino en MILENIO Televisión, el conocido conductor Ciro Gómez Leyva tragando camote ofreció una muy sentida disculpa a los televidentes de dicha empresa por el hecho de que la encuesta GEA-ISA a la cual se le había dado tanta credibilidad en dicho medio por tanto tiempo falló de una manera imperdonable en la evaluación de la distancia porcentual estimada que separaba al puntero del izquierdista ubicado en el segundo lugar. Ciro Gómez Leyva reconoció y aceptó que la diferencia porcentual de 18 puntos entre ambos candidatos estaba muy alejada de la diferencia porcentual real de alrededor de 6 puntos porcentuales de acuerdo con los conteos preliminares de las actas de las casillas electorales acumuladas hasta ese día.

En realidad, ya desde hace tiempo habían estado creciendo las sospechas de que las encuestas de GEA-ISA estaban seriamente sesgadas, amañadas, que no reflejaban ni siquiera de modo distante la realidad. La mayor encuesta de todas, la que vale, llevada a cabo a través de las urnas electorales, confirmó que efectivamente había que darle tanta credibilidad a las supuestas encuestas de GEA-ISA como la que se le podría dar a los cuentos de hadas.

Veamos una nota relacionada con la disculpa ofrecida por Ciro Gómez Leyva:

Una disculpa, falló nuestra precisión informativa: Ciro Gómez Leyva sobre encuesta GEA-ISA
SDPNoticias.com
2 de julio del 2012

Después del amplio margen de error que registró la encuesta de seguimiento diario Milenio-GEA/ISA, comparada con los resultados del PREP sobre la elección Presidencial, el director editorial de Grupo Milenio, Ciro Gómez Leyva, aceptó que falló su precisión informativa, por lo cual ofreció una disculpa a sus televidentes y lectores.

Por más de cien días, noche tras noche, Milenio Televisión presentó la llamada “encuesta de seguimiento diario”, que indicaba la victoria del candidato priísta, Enrique Peña Nieto, por un margen de más de diez puntos sobre su más cercano seguidor, quien durante las últimas semanas fue el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) ha ofrecido un panorama muy distinto, al colocar a ambos candidatos sólo a 6.51 puntos de distancia.

Ante ello, Gómez Leyva aceptó: “editorialmente no hay justificación que valga”. Por ello, ofreció “una disculpa a nuestros televidentes y lectores, fallamos en lo más valioso: la precisión informativa”.

Y continuó: “El ejercicio no salió bien a pesar de haberlo hecho con la casa encuestadora (GEA-ISA) que tuvo los mejores registros en la elección de 2006”.

Por lo anterior, Gómez Leyva dijo que se retirarían de las encuestas electorales y “aceptaremos que ésta vez fallamos”. No obstante, reconocieron el trabajo de la casa encuestadora dirigida por Ricardo de la Peña y, sostuvo: “fue un privilegio trabajar con ellos”. (¿?)

He aquí la foto histórica, para el archivo, de Ciro Gómez Leyva pidiendo disculpas a nombre de la empresa MILENIO:





Las disculpas ofrecidas por Ciro Gómez Leyva a nombre de MILENIO Televisión (la cual en realidad no es más que un apéndice de TELEVISA) llegan demasiado tarde porque el daño ya está hecho, las elecciones presidenciales ya concluyeron.

Es importante destacar que Ciro Gómez Leyva ofreció sus disculpas no al principal perjudicado por el manejo tan tergiversado y distorsionado de la información llevado a cabo por la televisora MILENIO (esto es, al candidato de las izquierdas), sino a los televidentes. De hecho, en el mismo programa en el que Ciro Gómez Leyva ofreció tales disculpas, él se fué directamente en contra del candidato de las izquierdas despotricando a su gusto y a sus anchas incluso retándolo mirando enojado de frente a las cámaras. Algo parecido había hecho previamente el mismo día el pedante y venenoso Carlos Marín :





en su programa El asalto a la razón que precedió al noticiero de Ciro Gómez Leyva, confirmando que el izquierdista no solo tiene en contra a todos los conductores y comentaristas editoriales de MILENIO Televisión sino que además estos tienen permiso (o inclusive línea editorial) para aprovechar sus espacios sin desperdiciar oportunidad alguna mientras están en el aire para despotricar duramente en contra del candidato de las izquierdas sin concederle derecho de réplica. Si hubieran podido, lo habrían crucificado. Haremos referencia a las siguientes palabras textuales salidas de la propia boca del mismo Carlos Marín:

AMLO vuelve a sembrar odios
Carlos Marín
El Asalto a la Razón
MILENIO
3 de julio del 2012

Como si la voluntad expresada en las urnas y su medición por el IFE (que previamente avalaron el Instituto Politécnico y la Universidad Nacional) fueran un embuste, Andrés Manuel López Obrador cometió ayer la impudicia de responsabilizar a los dueños de Televisa y MILENIO de su patético fracaso.

Y lo hizo en una tramposa “conferencia de prensa”, en la que quizá unos 200 de sus porristas, esmerados en aplaudirle y aclamarlo, abucheaban cuanta pregunta periodística se le hacía.

Con alrededor de 16 millones de adictos a su causa, nadie tan poderoso como él ha sido tan repelente a la libertad de información y opinión, y ni los represores Gustavo Díaz Ordaz o Luis Echeverría osaron azuzar a multitudes contra periodistas. (¿?)

En esa “conferencia”, Juan Pablo Becerra-Acosta, Adriana Esthela Flores y Joaquín Fuentes, entre muchos otros informadores, fueron agredidos verbalmente por sus lambiscones, mientras él guardaba ominoso y alcahuete silencio, y mientras… otra reportera de esta casa, Liliana Padilla, era despojada de su iPad por alguien disfrazado de #YoSoy132.

Tanto Ciro Gómez Leyva como Carlos Marín lo tomaron muy a pecho y se sintieron sumamente indignados y ofendidos (a nombre de la empresa televisora para la cual trabajan ambos) el que en la conferencia de prensa convocada por el candidato de las izquierdas el 2 de julio del 2012 no se hubiera recibido con vítores y con aplausos a los reporteros enviados por MILENIO para cubrir el evento, después de que en MILENIO por varios meses sus conductores le estuvieron lanzando al candidato de las izquierdas cientos de comentarios cargados de ponzoña y odio concentrado y destilado, esto además de las diarias encuestas amañadas con las que ambos estuvieron desinformando a sus propios televidentes por espacio de meses. Quizá se pudo haber negado la entrada a la conferencia de prensa del candidato de las izquierdas a todos los reporteros enviados por cadenas manipuladoras y desinformadoras como TELEVISA, TV AZTECA, Radio Fórmula y MILENIO, pero de haberse hecho tal cosa lo más seguro es que de cualquier modo estas aves de rapiña se hubieran ido aún más duro en contra del candidato de las izquierdas acusándolo de ser un “represor de la libertad de prensa”.

La diferencia porcentual entre los pronósticos electorales dados por la encuestadora GEA-ISA y lo que se materializó en las urnas el domingo primero de julio del 2012 es de tal magnitud, que simple y sencillamente no es posible atribuír dicha diferencia al margen de error estadístico usualmente asociado a las metodologías de muestreo utilizadas por las empresas encuestadoras serias. En pocas palabras:

La empresa encuestadora GEA-ISA mintió, y cuando lo hizo, lo hizo actuando deliberadamente con todo dolo y mala fé.

Para los lectores que no están muy familiarizados con los aspectos esenciales de estadística sobre los cuales basan sus metodologías las empresas encuestadoras serias como la encuestadora Gallup y la empresa fundada por Louis Harris, se pondrá como ejemplo una bolsa en la cual hay 1000 canicas. Si metemos la mano y sacamos diez canicas, y encontramos que seis canicas son negras y cuatro son rojas, entonces sin necesidad de tener que sacar todas las canicas de la bolsa contándolas de una en una sospechamos que hay un 60 por ciento de canicas negras y un 40 por ciento de canicas rojas. Pero esta es una apreciación que tiene un margen de error de acuerdo a las leyes de las probabilidades. Entre más pequeña sea la muestra representativa (la cantidad de canicas sacadas de la bolsa), tanto mayor será el margen de error. Y entre más grande la muestra, tanto menor será el margen de error. Si sacamos todas las canicas y las contamos todas, el margen de error será igual a cero, ya que nuestro conocimiento será preciso y exacto. Pero al no ser práctico sacar todas las canicas de la bolsa, se vuelve necesario fijar de antemano un margen de error con el que podamos vivir, lo cual fija el tamaño de la muestra que debe ser tomada. Pero esto por sí solo no basta. Es muy importante que las canicas que sean sacadas de la bolsa sean tomadas al azar, de manera aleatoria. Porque si hay 500 canicas negras todas ellas en el fondo de la bolsa y hay 500 canicas rojas todas ellas arriba de las canicas negras, y sacamos únicamente canicas que están en la parte superior de la bolsa, entonces concluiremos erróneamente que la bolsa tiene únicamente canicas rojas, lo cual será falso. Si metemos la mano al azar en cualquier parte de la bolsa (arriba, al fondo, en medio, a los lados, etc.), entonces las probabilidades de sacar una muestra genuinamente representativa serán mucho mejores. En rigor de verdad, con el solo hecho de que la metodología realmente tome muestras completamente al azar, el buen éxito del análisis está prácticamente garantizado. La única manera en la que el encuestador obtenga resultados con no concuerdan con la realidad es que no tenga la menor idea de lo que está haciendo, o que alguien lo haya corrompido para alterar deliberadamente los resultados obtenidos.

Queda confirmado pues, por los hechos, por la realidad objetiva, por cosas imposibles de negar, que las encuestas diarias elaboradas por la empresa GEA-ISA, cuyo dueño es Jesús Reyes Heroles González, presentadas a través del director de dicha empresa, una hiena depredadora de nombre Ricardo de la Peña -nombres que seguramente serán recordados por mucho tiempo-, y difundidas masivamente por MILENIO Televisión a sus millones de televidentes repartidos a lo largo y ancho de todo México, fueron, de principio a fin, una ficción, una burda falsedad con la intención deliberada de desorientar, confundir y manipular, creando la ilusión anticipada de que la derrota en las urnas del candidato de las izquierdas era algo inevitable imposible de cambiar, algo a lo cual sus seguidores tenían que resignarse haciendo inútil el salir a emitir el voto por él.

La pregunta ahora es: ¿por qué se mintió deliberadamente? ¿Por qué tergiversó sus pronósticos de una manera tan burda la empresa dizque encuestadora?

Lo más fácil es afirmar que la encuestadora GEA-ISA se corrompió y se vendió a los terribles poderes fácticos que buscaban desesperadamente impedir por todos los medios posibles que el candidato de las izquierdas pudiera rebasar al puntero Enrique Peña Nieto, a cambio de una cantidad de dinero lo suficientemente considerable como para compensar el desprestigio y el descrédito en el que inevitablemente quedaría dicha empresa. Lo difícil es probarlo. A fin de cuentas, este tipo de transacciones y pactos secretos viene siendo lo mismo que las transacciones y los pactos llevados a cabo entre los hampones de la delincuencia organizada, sin videocámaras que estén registrando el aquelarre, excepto que en este caso la manipulación deliberada de los presuntos sondeos de opinión tuvo por objeto incidir de modo directo en lo más importante que pueda haber en la historia de cualquier país democrático, la elección de sus máximos gobernantes. En rigor de verdad, hay otros países (principalmente en Asia y Medio Oriente) en donde por incurrir en tales prácticas a los culpables los terminarían colgando de una horca o los pondrían de pie en un paredón de fusilamiento por el solo delito de traición a la Patria que en ausencia de la opción de exilio basta y sobra para deshacerse de una vez por todas de esta clase de gente indeseable, como lo hizo Benito Juárez con los traidores que envió de vacaciones al Cerro de las Campanas.

Lo irónico en todo esto es que no sólo varios analistas y editorialistas de renombre estuvieron denunciando de manera anticipada lo que ya percibían como una manipulación deliberada de las encuestas de opinión. También el candidato de las izquierdas en varias ocasiones denunció que esta manipulación deliberada de los sondeos de opinión se estaba llevando a cabo, y en el 2012 al igual que en el 2006 sus detractores afirmaron que el candidato de las izquierdas estaba exagerando viendo moros con tranchete, sólo para que al final las mismas disculpas ofrecidas por Ciro Gómez Leyva a sus televidentes le dieran la razón al candidato de las izquierdas de que las encuestas de opinión, efectivamente, estaban siendo manipuladas. Recordemos que en el 2006 este mismo candidato denunció que se estaba llevando a cabo una elección de Estado. Y varios hechos y revelaciones posteriores confirmaron más allá de toda duda posible que, efectivamente, en el 2006 se llevó a cabo una elección de Estado tal y como lo había denunciado el candidato de las izquierdas que en su momento fue acusado de estar inventando cosas falsas que a fin de cuentas resultaron ciertas.

Veamos ahora otra nota informativa al respecto:

Tras la manipulación, Milenio pide disculpas y echa a GEA/Isa
Agencia APRO
3 de julio del 2012

A 24 horas de los comicios, la encuestadora GEA/Isa, que junto a un ramillete de empresas similares, evidenció durante el proceso electoral su manipulación a favor del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, resultó la primera sacrificada de la contienda.

Ciro Gómez Leyva, director editorial adjunto del diario Milenio, que contrató a la empresa que dirige Ricardo de la Peña:





aceptó: “esta vez fallamos” y anunció, ambiguo, “por lo pronto, nos retiramos de las encuestas electorales”. (¿?)

GEA/Isa, cuyo dueño es Jesús Reyes Heroles González:





priista de toda la vida y director de Pemex durante la primera mitad del sexenio de Felipe Calderón, aseguró durante todo el proceso electoral que la ventaja de Peña Nieto sobre sus adversarios rondaba en promedio los 20 puntos (llegó a ponerlo hasta 30 puntos arriba), y apenas el miércoles anterior a los comicios festinó la amplia ventaja del exgobernador mexiquense de 18 puntos.

Es más, el conductor estelar de Milenio Televisión retó a otras casas encuestadoras como la del periódico Reforma que pronosticó un triunfo de Peña Nieto de 10 puntos, a contrastar resultados la noche del domingo 1 de julio. Sus 18 puntos contra quien reflejara un escenario distinto, arengó desde su espacios en medios electrónicos.

No sólo eso, Gómez Leyva desdeñó los resultados de la encuestadora Berumen que pronosticó una victoria de Peña Nieto por 6.1 unidades porcentuales, el más cercano al resultado oficial, y ni siquiera se ocupó de los datos de Ipsos-Bimbsa cuyo ejercicio demoscópico arrojó una ventaja para el mexiquense de 6 por ciento, menos de los de Demoscopía, excasa encuestadora de Milenio que auguró que Peña Nieto ganaría unicamente por 9 puntos.

Después del daño y la manipulación generados por empresas encuestadoras afines a Peña Nieto, escribió Ciro Gómez en Milenio: “Editorialmente, no hay justificación que valga. Anunciamos el miércoles, luego de 100 días consecutivos de medición y publicación, que Enrique Peña Nieto superaría por 18 puntos a Andrés Manuel López Obrador. Peña Nieto le ganó por 6.5. Falló la encuesta de seguimiento diario MILENIO-GEA/ISA”.

A pesar de las evidencias en contra, el conductor de noticias defendió la probidad de GEA/Isa y recordó, según él, que fue “la casa encuestadora que tuvo los mejores registros en los comicios presidenciales del 2000 y 2006″.

Y se deshizo en elogios para la empresa que en el 2006 operó para Felipe Calderón y que a cambio recibió como pago la dirección de Pemex y del Cisen.

“Un fuerte abrazo para Ricardo y los amigos de GEA/Isa. Un reconocimiento a su disciplina, ética, capacidad de trabajo y honestidad intelectual”.

Es importante aclarar que en ningún momento ni Ricardo de la Peña ni Jesús Reyes Heroles dijeron que cerrarían las puertas de su empresa GEA-ISA para cambiar de giro a otra actividad más afín a sus proclividades a la fantasía, conviertiéndose en una editora de novelas del corazón. Simplemente dijeron que, por lo pronto, y no de manera definitiva, se retirarían de las encuestas electorales, sin duda alguna dedicándose a efectuar otros tipos de encuestas tales como sondeos de mercadotecnia para empresas como Soriana y El Palacio de Hierro mientras dejan pasar el tiempo apostándole a la desmemoria del mexicano para así poder estar listos para otros procesos electorales en un futuro distante en los cuales puedan elaborar más cuentos chinos diseñados para manipular la conciencia colectiva del pueblo.

En realidad, para GEA-ISA resultó lo más fácil del mundo anunciar por lo pronto su retiro de las elecciones presidenciales, tomando en cuenta que las elecciones presidenciales en México se celebran únicamente una vez cada seis años, con la próxima elección destinada para llevarse a cabo hasta el año 2018, tiempo suficiente para que a la mayoría de los mexicanos que se sintieron defraudados se les pase el coraje por el engaño, teniendo con ello los pinochos de GEA-ISA otra oportunidad para apostarle a la proverbial desmemoria del mexicano común para tratar de repetir su “hazaña” numerológica del 20012 con una nueva versión de cuentos de hadas fabricados a la orden del mejor postor.

En cualquier otro país, con éste descrédito, una empresa encuestadora tan vendida y tan corrupta como GEA-ISA perdería todos sus contratos con sus clientes y estaría encaminada directamente hacia la bancarrota al perder toda credibilidad y confiabilidad en sus sondeos, los dos principales activos de los que debe gozar cualquier empresa encuestadora seria y sin los cuales son pronósticos no son de utilidad ni siquiera para ir al hipódromo a hacer apuestas en las carreras de caballos. Pero no en México, en donde los poderes fácticos que han estado gobernando a México tienen dinero de sobra para mantener con vida artificial a estas empresas rapaces.

En los cinco meses restantes que le quedan para asumir la Presidencia de México, el candidato priista (o mejor dicho, el Presidente electo de México) Enrique Peña Nieto debería aprovechar parte de dicho tiempo para reflexionar sobre el hecho de que las manipulaciones de última hora llevadas a cabo por los poderes fácticos que han estado gobernando a México usando al PAN como escaparate en realidad no son (y nunca fueron) ni “peñistas” ni priistas, como lo evidencian las despiadadas y feroces guerras sucias mediáticas que le estuvieron haciendo todavía hasta el último momento con la vana esperanza de levantar a Josefina Vázquez Mota de su tumba política. La única razón por la cual empezaron a unificar recursos en torno suyo, llegando al extremo incluso de traicionar abiertamente al mismo PAN (como lo hicieron el pro-Yunquista de Guanajuato Vicente Fox y el ultraderechista Manuel Espino) fue para impedir a como diera lugar (igual que en el 2006) que un izquierdista de convicciones juaristas pudiera llegar a la Presidencia de México. Desde un principio detestaron la idea y la posibilidad de que el PAN pudiera ser echado de la silla presidencial en el 2012 por cualquiera de los dos principales opositores, pero detestaron y aborrecieron aún más la idea y la posibilidad de que el candidato de las izquierdas pudiera llegar a la silla presidencial desde donde el candidato de las izquierdas pudiera empezar a cobrarles cuentas pendientes. Ante el estancamiento total de Josefina Vázquez Mota pese a la enorme cantidad de recursos que le soltaron y pese a la gigantesca artillería de guerra sucia y campañas negras que la candidata del PAN estuvo utilizando hasta el último día asesorada por tipos amorales como Antonio Solá, empezaron a desplazar sus recursos hacia el candidato priista con la única finalidad de impedir un posible triunfo del candidato de las izquierdas. Habiendo sido el Partido Revolucionario Institucional el semillero del cardenismo en respuesta al cual nació no solo el Partido Acción Nacional sino nacieron también el Sinarquismo en Guanajuato y la extrema derecha cristera de corte antisemita en Guadalajara (a su vez precursoras de la temible Organización Nacional del Yunque y sus creadores los siniestros Tecos de Guadalajara), las fuerzas siniestras que están detrás de la terrible conspiración montada en contra de México detestan y aborrecen al PRI a tal grado que si pudieran enviarían a todos sus líderes y adherentes a un campo de concentración tipo Nazi para su exterminio definitivo. Al PRI siempre lo han odiado, siempre lo han destestado. Pero detestan mucho más a todo lo que huela a izquierda y socialismo, y ante una disyuntiva siempre preferirán la primera opción a la segunda. Esto fue precisamente lo que sucedió en el 2012. Los hechos lo están confirmando. Y si el PAN, que parece estar encaminado a su extinción después de haberse dejado infiltrar y corromper, les deja de ser útiles a sus propósitos a los conspiradores, pues si ayer eran “leales panistas” hoy estos simuladores sin lugar a dudas serán “más priistas que los mismos priistas” jurando -falsamente- devoción a los cánones del partido tricolor a la vez que proceden a infiltrarlo para irlo ultraderechizando a su antojo (este proceso de penetración e infiltración de hecho ya estaba en marcha hasta que el PAN surgió inesperadamente en los años ochenta como una alternativa atractiva desde la cual podían intentar el asalto al poder). Estos conspiradores cohesionados por el fanatismo histérico no son amigos de nadie más que de ellos mismos, e inclusive cuando tienen pleitos internos entre ellos las consecuencias suelen ser sumamente desagradables.

Habido el hecho de que los poderes fácticos que han estado gobernando a México tras bambalinas cuentan con una cantidad prácticamente ilimitada de recursos para sobornar y corromper, no existe empresa encuestadora alguna en México que pueda ser capaz de resistir varios cañonazos de decenas de millones de pesos con la finalidad de inflar a alguien artificialmente o desinflar a otro artificialmente (o ambas cosas) en sus supuestos “sondeos de opinión”. ¿Qué garantía hay de que en las próximas elecciones presidenciales lleguen a la empresa Consulta Mitofsky dos o tres hombres vestidos de negro con unos maletines rebosantes de billetes de alta denominación, y que al salir de su entrevista con Roy Campos se empiecen a radiar diariamente a través de TELEVISA el retorno triunfal del PAN a la Presidencia de México? En rigor de verdad, no hay ninguna garantía de que esto pueda volver a ocurrir, y de hecho podemos anticipar que volverá a ocurrir.

En contraste con la excesivamente manipulada encuesta de la empresa GEA-ISA, se tiene como ejemplo contraparte la encuesta publicada por REFORMA que en su momento llegó a ubicar al candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador a 4 puntos porcentuales de distancia del puntero Enrique Peña Nieto, un resultado que en su momento prendió los focos rojos dentro del Partido Revolucionario Institucional y llegó a causar pánico ante la posibilidad de que el candidato de las izquierdas pudiera alcanzar e incluso rebasar al candidato del PRI en el tiempo que faltaba para la realización de las elecciones (en dicha encuesta dada a conocer el jueves 31 de mayo del 2012, REFORMA colocó al izquierdista Andrés Manuel López Obrador a cuatro puntos porcentuales de Enrique Peña Nieto, contando el priista con 38% de la intención de voto efectiva a nivel nacional mientras que López Obrador se afianzó en el segundo lugar con el 34%, en tanto que Josefina Vázquez Mota se quedó en el tercer lugar con un 23% mientras que Gabriel Quadri obtuvo el 5%). Comparando el resultado de esa encuesta publicada por REFORMA así como el resultado de su última encuesta previa a la elección presidencial que le daba una ventaja de 10 puntos porcentuales al priista sobre el candidato de las izquierdas, con el resultado factual de la elección presidencial llevada a cabo en el 2012 arrojando una cifra de 6.62 por ciento, aunque aún tienen un diferencial de error que pudiera ser considerado algo elevado por muchos sociólogos y analistas de cualquier modo la información publicada por REFORMA resultó ser mucho más honesta y confiable que los cuentos de hadas inventados por GEA-ISA y que estuvieron siendo transmitidos día tras día dándoseles una credibilidad total como si fuesen la verdad non plus ultra. Es aquí cuando vale la pena recordar que ha sido precisamente REFORMA una de las empresas comunicadoras que han sido golpeadas duramente por el monstruo monopólico desinformador TELEVISA.

El problema que tienen a futuro tanto a corto como mediano e inclusive largo plazo MILENIO Televisión y su ex-achichincle la rapaz y corrupta GEA-ISA es que, en todo lo que haya de venir a futuro, sus vaticinios sobre tendencias políticas así como sobre el sentir ciudadano en cualquier tema siempre quedarán sujetas a la duda y a la sospecha, de modo tal que si MILENIO Televisión anuncia en un futuro, por ejemplo, que “de acuerdo a una encuesta reciente llevada a cabo por nuestra nueva encuestadora de alto prestigio ISA-GEA, el 85 por ciento de los mexicanos apoya un regreso del PAN a la Presidencia de México”, de inmediato y de manera automática los defraudados televidentes de MILENIO Televisión se dirán subconscientemente y hasta conscientemente a sí mismos: “Ahhhhh, sí, se trata de esa misma cadena desinformativa de MILENIO Televisión que presentó datos falsos en las elecciones presidenciales del 2012 para hacerme creer que era información cierta lo que me estaban dando cuando eran puras mentiras; pero ahora ya no voy a creerles nada de lo que digan. No creo que el 85 por ciento, y posiblemente ni siquiera el 10 por ciento de los mexicanos apoyen un regreso del PAN a la Presidencia. Después de que me engañaron esa vez, ya no me volverán a engañar nunca más, bola de jijos de #&$!&*, sobre todo Ciro Gómez Leyva y Carlos Marín, jijos de #&$!&*”. Por siempre les quedará a MILENIO y a GEA-ISA el estigma de haber actuado como desinformadores y manipuladores de la opinión pública en uno de los momentos históricos más importantes para la vida de la República. Si no pudieron ser honestos y estar a la altura de las circunstancias en esa época histórica irrepetible, ¿qué razón hay para que se pueda confiar en estos buitres en cualquier otro tipo de situaciones? Quizá la única manera que tengan de recuperar su credibilidad perdida sea por un lado declarando a GEA-ISA en quiebra y reorganizándola con otros dueños de preferencia extranjeros (brasileños, japoneses, suizos, lo que sea, menos nacionales, y menos aún si militan dentro de las derechas y las ultraderechas) y vender MILENIO Televisión a precio de ganga a alguna universidad pública como la UNAM, la Ibero o el Tec de Monterrey que puedan garantizar una cobertura más imparcial y objetiva. Porque en lo que toca a sus actuales propietarios, estos estarán ya marcados para siempre en los libros de Historia como lo que se conoce comúnmente como prensa vendida, sumándose al club deshonroso formado por engendros desinformadores como TELEVISA, TV Azteca y Radio Fórmula cuyos excesos y arbitrariedades ya han sido documentados en demasía, dejándose entrever con todo esto que la única manera de exorcisarles sus demonios a estos poseídos es con una buena nacionalización que deje a sus propietarios en la calle sin el poder manipulador y desinformador del que actualmente gozan. En realidad, con todo lo desagradable que pueda parecer la solución comunista de tener a los medios audivisuales de comunicación en manos de un Estado burocrático, ineficiente y amorfo, tal vez esto sea preferible a dejar los medios masivos de comunicación sigan en manos de un puñado de buitres desalmados que mezquinamente sólo ven por sus propios intereses, porque los enormes perjuicios y daños que le pueden ocasionar estos últimos a una Nación están a la vista no solo de los mexicanos sino del mundo entero.

Además de vaciar en contra del candidato de las izquierdas todos sus rencores acumulados (los cuales son muchos), Carlos Marín al que muchos le atribuyen simpatías hacia las causas de la derecha mexicana también se fue duramente ese día en contra de los estudiantes universitarios que conforman el movimiento #YoSoy132 que exhibió la pobredumbre de los impíos consorcios televisivos de México para los cuales trabaja Carlos Marín, tronando como Júpiter tonante en contra de los jóvenes porque muchos de ellos no saben quién fue Herbert Marcuse, y también porque los jóvenes no protestaron en contra del demeritado sacerdote Marcial Maciel (sobre el cual MILENIO Televisión transmitió el 26 de septiembre del 2011 un documental titulado “Los últimos días del reino de Marcial Maciel”, y el cual, por cierto, no sólo no apareció en las boletas electorales como contendiente a la Presidencia de México, sino que inclusive está muerto desde hace varios años). En respuesta análoga, habría que preguntarle a este pseudo-periodista: ¿Sabe Carlos Marín lo que es la Organización Nacional del Yunque? ¿Sabrá lo que es la sociedad secreta de ultraderecha Tecos de Guadalajara y lo que se traen entre manos para todo México desde los años treinta del siglo pasado? ¿Sabrá algo acerca de la ideología ultrafanática que sustenta a estos alucinados que operan principalmente desde el Estado de Jalisco? ¿Sabrá quién es Salvador Borrego Escalante? ¿Habrá leído alguna vez en su vida tractos propagandísticos de la derecha ultraconservadora neofascista mexicana tales como Derrota Mundial o Traición a Occidente o Infiltración Mundial o Mein Kampf? ¿Sabrá algo acerca de las consecuencias y los efectos que las peligrosas organizaciones de naturaleza conspiratoria de derecha extrema han tenido sobre lo que ocurre en los entretelones de la política en México? Se podría suponer que Carlos Marín es un perfecto ignorante sobre estos temas de importancia toral para el panorama político mexicano en el tercer milenio por el simple hecho de que casi nunca habla de ellas, jamás hace mención a estas cosas en ninguno de sus espacios en TELEVISA y en MILENIO Televisión, a menos de que sí sepa algo sobre estas cosas pero que haya aceptado gustosamente ponerse la mordaza que los consejos editoriales de estas empresas le ponen a sus bien pagados chalanes quienes hipócritamente se jactan de ejercer un periodismo independiente y libre en México pese a que los hechos demuestran lo contrario, hechos como la siguiente mentira que hoy ya se sabe de manera definitiva que era una mentira prefabricada (en su momento, sólo había la sospecha de que fuera una mentira, sus creadores sabían que no había una manera directa de desmentirlos, aunque la rueda del tiempo finalmente alcanzó a los pinochos con sus cifras falaces puestas al servicio de los poderes fácticos):





Así pues, lo que comenzó con una mentira, la mentira de la inevitabilidad del ascenso meteórico de la candidata del PAN-Gobierno Josefina Vázquez Mota, terminó con otra, la mentira del candidato de las izquierdas relegado a un muy distante segundo lugar.

Al menos Ciro Gómez Leyva ofreció sus disculpas y sus lágrimas de cocodrilo a los engañados y manipulados televidentes de MILENIO Televisión que se tragaron las encuestas amañadas de GEA-ISA creyendo que se les estaba hablando con la verdad. Pero el soberbio Carlos Marín no pudo ni siquiera llegar a eso, porque la humildad no es una palabra que exista en el vocabulario de este pseudo-periodista que ni informa ni es imparcial ni reconoce errores ni nada de nada.

Lamentablemente, y habiendo evidenciado Ciro Gómez Leyva su falta de profesionalismo al haberle dado diariamente plena y absoluta credibilidad a unas cifras mágicas inventadas con fines electoreros de manipulación de opinión por una empresa cuyo nombre vivirá en la infamia, del héroe que había a resultas del conflicto en el Cerro del Chiquihuite no quedó más que un triste recuerdo, solo quedó la imagen deteriorada de un caballero venido a menos al haberle vendido el alma a los poderes fácticos llevándose de paso entre las patas a toda una Nación. Sumado a la pérdida de periodistas notables como Miguel Ángel Granados Chapa y Carlos Monsiváis, esto no deja a México en una muy buena posición en lo que a calidad informativa se refiere, justo en el momento cuando el pueblo de México necesita urgentemente de la información más confiable a la que pueda tener acceso.

Aunque un ejemplo relevante de todo lo que es falta de profesionalismo informativo y carencia total de ética en el trato hacia los lectores, radioescuchas o televidentes lo es la empresa encuestadora GEA-ISA, ésta ciertamente no fue la única que se sumó al engaño masivo llevado a cabo en contra del pueblo de México. Hay otras que aún no han ofrecido disculpas (y posiblemente nunca lo harán ya que son tan soberbias y vanidosas como los pulpos televisivos para los cuales trabajan), siempre esperanzadas de que haya en México suficientes ígnaros como para olvidar con prontitud la farsa que les montaron los desinformadores de México. El siguiente editorialista norteño que no oculta sus simpatías hacia el candidato presidencial de las izquierdas, hace un resumen sobre esto último:

“Ustedes perdonen”
Luis Javier Valero
Analista político
EL DIARIO
5 de julio del 2012

Las disculpas solicitadas por el periodista Ciro Gómez Leyva –Milenio– y Roy Campos –Consulta Mitofsky– por las enormes equivocaciones de las encuestas realizadas por GEA-ISA-Milenio, difundidas en el canal y la cadena periodística de Milenio, y las realizadas por Mitofsky, difundidas en canal 2 de Televisa, son el epílogo hipócrita de quienes actuaron acompasadamente en el proyecto de impulsar la candidatura de Enrique Peña Nieto para hacerlo aparecer como el virtual ganador de la contienda presidencial, varios meses atrás, y mucho más contundentemente en la campaña presidencial recién terminada.

Por desgracia no fueron los únicos. Como lo sostuvimos días antes del 1 de julio, esta elección era la de la derrota de las encuestas (como instrumento científico para medir de manera real las preferencias electorales) debido a que no fueron utilizadas para mostrar la realidad del país, sino para influir en ella y cambiarla conforme al guión establecido por los poderes fácticos.

Las encuestas fueron concebidas y usadas para hacerle creer a la mayoría del electorado que nada había que hacer, que la diferencia entre el candidato “puntero” y los demás era demasiada, imposible de remontar en los tres meses de campaña.

A los medios y empresas mencionados se sumaron la absoluta mayoría de las empresas líderes en esa materia en el país. Las dos empresas televisivas, los periódicos del DF de mayor circulación –El Universal y Reforma–, la cadena de la OEM (El Sol de México, Esto!, El Heraldo de Chihuahua, etc.), del inefable Mario Vázquez Raña; Excélsior, por pura coincidencia propiedad de Olegario Vázquez Raña, uno de los mejores y más cercanos amigos de Martha Sahagún y Vicente Fox; El Financiero y una extensa red de estaciones radiofónicas ligadas al duopolio televisivo, e infinidad de medios de comunicación locales.

Solo para recordar, aquí van los resultados de las últimas encuestas, dados a conocer a escasas horas de la elección, y sólo de algunas empresas: Mitofsky dio por ganador a Peña Nieto con el 44.5% de los votos por 29.4 de AMLO, ¡15 puntos de diferencia equivalentes a 7.5 millones de votos!

Parametría-El Sol de México dio un resultado semejante: EPN, 43.9 y AMLO, 28.7; lo mismo Buendía y asociados: EPN, 43.6, AMLO, 27.7; Reforma EPN 42, AMLO 30 y Milenio ¡Oh, Milenio!: EPN, 45-46 y AMLO, 25-26 ¡20 puntos de ventaja!

Y todos ellos, y para nuestro infortunio, algunos más, son precisamente los que han desatado una verdadera cacería mediática contra López Obrador porque éste resolvió impugnar el proceso electoral alegando inequidad, uso excesivo de recursos e infinidad de irregularidades a lo largo del proceso y durante la jornada electoral.

¿Dónde está, entonces, la postura de pedir disculpas si en la práctica la conducta anterior es la que ahora se perpetúa para descalificar a alguien que está ejerciendo el derecho que tienen todos los candidatos y partidos políticos de impugnar una elección y aportar las pruebas que crea necesarias y de completar la obra para hacer que todos acepten, sin objeciones, el triunfo de Peña Nieto?

Y es que en todo el país una buena cantidad de candidatos, de todos los partidos, están presentando recursos de impugnación. Bueno, hasta el PRI de Chihuahua está impugnando el resultado de la elección del distrito 03 de Juárez, de ahí la declaración de López Obrador, para argumentar su decisión de impugnar: “–¿Qué les dice a quienes piden que reconozca su derrota?

–Que no me pidan que actúe de manera ilegal; quiero apegarme a la legalidad, lo estoy haciendo; que me comprendan. Ahora resulta que quieren que reconozca resultados antes de que termine el proceso electoral. Eso no lo puedo hacer, es ilegal. Esto es bueno para la democracia, bueno para la nación”. (Nota de La Jornada, 4/VII/12).

Y no son las únicas malas noticias, por doquier corren las informaciones del cúmulo de errores contenidos en las actas de cómputo (que cualquiera puede consultar en la página del IFE: www.ife.org.mx) digitalizadas merced a las reformas legales motivadas por la protesta de López Obrador en 2006.

No son un número menor las actas que contienen errores (de ninguna manera, hasta ahora, las hemos calificado como evidencias de un fraude orquestado) que deberán ser solventados para darle certeza al resultado, cualquiera que éste sea, para constatar que efectivamente son errores o que, por el contrario, son evidencias de la intención de cambiar la voluntad ciudadana.

El domingo, más reflexiones sobre la jornada electoral.

Carentes ya de toda credibilidad, las casas encuestadoras que se prestaron al gigantesco fraude en el 2012 han tratado de justificarse a sí mismas “académicamente” por los amplios y ridículos márgenes de diferencia que hubo entre la fríarealidad y sus ficciones que cayeron por sí solas como un castillo de naipes, recurriendo a interpretaciones pseudo-técnicas que posiblemente no convencerían ni siquiera a un niño de escuela Primaria. Son capaces de sacarse de la manga algo como lo siguiente buscando confundir y desorientar con la finalidad de recuperar nuevamente su desgastada credibilidad:

“Todo esto está muy claro. Si tomamos en cuenta la esperanza matemática predicha por la raíz cuadrática media de la suma de las varianzas indexadas temporalmente dividida entre la doble integral del espacio probabilista de las distribuciones binomiales y Gaussianas que en forma conjunta con la distribución-F de Fisher proporcionan un balance estadístico polinómico a los factores exponenciales de compensación que suavizan los saltos bruscos en las variantes situadas en los extremos del margen de error seleccionado, se tiene entonces un comportamiento atípico que se refleja en una amplificación de los factores de corrección requeridos para acercar el pronóstico anticipado a la muestra aleatoria sopesada con los pesos estadísticos necesarios para solventar el comportamiento atípico y traer así concordia entre los pronósticos y los resultados factuales”.

Uno de tales sinvergüenzas que no tardó en echar mano de supuestas explicaciones pseudo-técnicas (simplificadas) es Jorge Buendía, de Buendía & Laredo y Asociados. No se reproducirán aquí sus argumentos charros, no se insultará aquí la inteligencia del lector haciéndole perder su tiempo con la lectura de lo que vienen siendo meras fantasías y cuentos de hadas elaborados al gusto del mejor postor que contrata los servicios de una pseudo-encuestadora como Buendía & Laredo y Asociados en aras de intereses poderosos e inconfesables. De cualquier modo, para quienes estén interesados en soltar una carcajada con las disquisiciones de este supuesto “gurú encuestador”, se darán aquí las coordenadas para encontrarlo. Su trabajo se titula “¿Qué pasó con las encuestas?”, y fue publicado en EL UNIVERSAL el 5 de julio del 2012. Se le puede encontrar ahí en la hemeroteca de dicho periódico.

Reste decir que en otro país como en los Estados Unidos, cualquier empresa encuestadora que diese cifras tan alejadas de la realidad como ocurrió con la infame GEA-ISA o con la rapaz Consulta Mientofsky así como con el pinocho Jorge Buendía, iría a la quiebra de inmediato al perder toda su credibilidad y con ello toda su clientela. En tales países en donde la metodología estadística se aplica correctamente y en donde los márgenes de error están dentro de lo razonable, tanto los ciudadanos como los políticos las siguen de cerca como fuentes de referencia para sondear el pulso ciudadano. Y generalmente, cuando alguien las pone en tela de duda, termina mal parado. Tal cosa le sucedió al candidato presidencial izquierdista George McGovern en 1972, el cual en su campaña presidencial en contra del pillo de la derecha conservadora Republicana Richard Nixon, al ir por debajo del mismo por amplio margen en las encuestas, dijo: “las encuestas están equivocadas, y yo lo voy a probar”. A la hora de la verdad, resultó que las encuestas no estaban equivocadas, y efectivamente perdió las elecciones presidenciales tal y como las encuestas presidenciales lo habían predicho. (Irónicamente, en esa elección presidencial norteamericana, y al igual que como ocurrió en México en el 2006, el candidato George McGovern fue acusado en una guerra sucia mediática de ser “todo un peligro para los Estados Unicos”, fue presentado en spots contratados a través de la televisión como un “pro-comunista” que llevaría a los Estados Unidos hacia una dictadura absolutista de corte marxista. Las campañas negras de las derechas norteamericanas en contra de George McGovern dieron resultado al convocar a la histeria anticomunista y al voto del miedo. Y al igual que como ocurrió en México con un Presidente de las derechas que lanzó al país a una guerra de legitimación que dejó una estela de 60 mil cadáveres más las viudas y huérfanos detrás de tales cadáveres, quien resultó ser un peligro para los Estados Unidos fue precisamente Richard Nixon, el cual tuvo que renunciar ignominiosamente a su Presidencia al haber convertido a la Casa Blanca en la sede de una organización de naturaleza netamente criminal.)

Como una consecuencia lógica de la manipulación amañada de los supuestos sondeos de opinión coincidiendo la mayoría de ellos en las mismas fantasías, aunque Enrique Peña Nieto haya ganado por una mayoría de votos en las urnas electorales, y aunque haya sido completamente ajeno a este tipo de manipulaciones llevadas a cabo por los poderes fácticos con todos los recursos a su alcance, el que esto haya sucedido ya de antemano empaña el brillo de su victoria, dando pie al sospechosismo, debilitándolo aún desde antes de haber tomado posesión de su cargo. Y eso es precisamente lo que quieren los mismos que con tales artes negras utilizaron a Enrique Peña Nieto para impedir por segunda ocasión un posible triunfo del candidato de las izquierdas; un Presidente priista debilitado de modo tal que les sea posible a las fuerzas ocultas que estuvieron co-gobernando a México junto con Vicente Fox y Felipe Calderón a México el poder volver a la silla presidencial para retomar el avance de las agendas ultraconservadoras que dejaron pendientes.



Título: Encuestadoras
Cartonista: Helioflores
Fuente: EL UNIVERSAL